domingo, 26 de julio de 2009

La Guerra de los Cien años en una base de datos




Los apasionados a la historia pueden estar de enhorabuena. En el Reino Unido han presentado una web que les va a encantar pues contiene la base de datos The Soldier in later Medieval England, un lugar que reúne información sobre los 250.000 soldados que participaron en la Guerra de los Cien Años. Aunque más que aficionados a las batallas antiguas, esto hará las delicias de los curiosotes que les interesa mucho saber cosas de la vida de los demás. Todo un homenaje a la indiscreción porque ¿le han preguntado a los soldados si ellos querían aparecer en la base de datos?

No podía venir de otro lugar más que en el Reino Unido. Allí son especialistas en este tipo de informaciones así que no han tenido dudas en publicar una enorme base de datos que contiene mucha información sobre la vida de los 250.000 soldados que intervinieron en la Guerra de los Cien Años. El nombre oficial de la base de datos es The Soldier in later Medieval England y se trata de un proyecto que les ha llevado 3 años de desarrollo a unos investigadores de las Universidades de Southampton y Reading.

La intención inicial de los historiadores era estudiar el funcionamiento de los primeros ejércitos profesionales entre los años 1369 y 1453 pero viendo la vasta cantidad de información que obtuvieron, decidieron publicarla online para uso y disfrute de curiosos aficionados a la historia (o a la guerra). Para que nos hagamos una idea de la época en que nos movemos, recordad que el famoso William Wallace (Braveheart) murió en 1305, así que aquella guerra debéis imaginarla con espadas grandes, ballestas poderosas, arcos con flechas en llamas y este tipo de armamento que se utilizaba en la edad media.


La web contiene un buen número de datos sobre las vidas de los 250.000 soldados que participaron en la Guerra de los Cien Años. Puedes comprobar con asombro que aparece información sobre los sueldos que cobraban, las enfermedades que padecían o la carrera militar que consiguieron realizar dentro del ejército. Si te pones a curiosear en los listados, puedes asomarte al pasado y observar los soldados, sus rangos militares, los años que combatieron, los destinos que vivieron y los lugares donde pelearon. Además, te puede valer como herramienta para ver cuáles eran los apellidos más utilizados o la cantidad de efectivos concretos que poseían de cualquier rango. Por ejemplo, nosotros obtuvimos más de 57.000 arqueros y algo menos de 200 ballesteros. Dentro de los status encontramos caballeros(1579), alabarderos(2916) y escuderos(8153). Curioso comprobar como se repartían los rangos militares y el número de efectivos que se le asignaban a los ejércitos.


Si queréis verificar los apellidos también encontraréis datos curiosos al comprobar que aparecen algunos nombres españoles, franceses o alemanes. Entre las filas británicas se hallaban algunos Sanchos, un Francisco o algún que otro Diego Sanchez. Incluso uno de los capitanes se llamaba Fernán Rodríguez. En el apartado personal podréis leer, por ejemplo, que el combatiente más joven, después convertido en Lord Despencer, tenía 12 años en 1385. O seguir la carrera militar de Thomas Gloucester que luchó en 1415 en la batalla de Agincourt y cuya trayectoria se sigue durante 45 años, incluyendo campañas en Prusia y Jerusalén. Realmente te transportas a la edad media y cuanto más te introduces en la base de datos, más se realza el paisaje interior de aquellos tiempos en tu cabeza.


Interesante..........otra noticia de NeoTeo. ahi se las dejo!

miércoles, 22 de julio de 2009

Objeto impacta en Júpiter, deja cráter del tamaño de la Tierra




Muchas veces hemos hablado del peligro que representan los meteoritos que transitan entre los planetas del Sistema Solar. Por obvias razones, siempre hemos puesto énfasis en los efectos que produciría el impacto de una de estas rocas sobre la Tierra, pero todos los planetas y lunas del Sistema están expuestos a la misma amenaza. El día de ayer, por ejemplo, Júpiter sufrió el impacto de lo que podría haber sido un cometa, que le hizo un hoyo del tamaño de nuestro planeta.

Un cuerpo cósmico, probablemente un cometa, impactó ayer contra la superficie de Júpiter. El evento, que no había sido anticipado por la NASA ni ninguna otra agencia espacial, produjo un cráter de un tamaño superior al de la Tierra, cerca del polo sur del mayor planeta del Sistema Solar. El impacto fue confirmado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, pero la huella del choque fue descubierta por un astrónomo aficionado de Australia. Anthony Wesley, un programador informático de 44 años que vive en las afueras de Camberra, comunicó su hallazgo a la NASA, que rápidamente lo confirmó mediante imágenes proporcionadas por el telescopio infrarrojo que se encuentra en el monte Mauna Kea, en Hawai. La NASA incluso pudo ver escombros y un leve brillo en el centro del cráter, así como partículas subiendo hacia la atmósfera superior del planeta y un calentamiento en la troposfera superior con una posible emisión de gases de amonio.



Wesley dijo que, al principio, creyó que “se trataba de una simple tormenta polar, pero a medida que el planeta giraba, pude ver que se trataba de un punto negro. Pensé que también podía tratarse de una luna, pero el tamaño y el lugar no coincidía con ninguna”. Por una casualidad cósmica, el descubrimiento del australiano tuvo lugar justo en el día en que se cumplían 15 años de los impresionantes impactos del cometa Shoemaker-Levy 9 sobre el mismo Júpiter, y cuando se celebraba el 40 aniversario de la llegada del primer hombre a la Luna.

“Tuvimos la extraordinaria suerte de mirar a Júpiter en el momento preciso, la hora precisa para presenciar el evento. No pudimos haberlo planificado mejor”, declaró Glenn Orton, científico del JPL. Obviamente, y a pesar del entusiasmo del científico, si Wesley no hubiese estado fotografiando Júpiter mientras miraba la final del Abierto Británico, hubiesen pasado varias horas hasta que la Agencia Espacial se hubiese percatado del evento. “Podría ser el impacto de un cometa, pero todavía no estamos seguros”, agregó Orton. En las imágenes se aprecia la marca oscura en el lugar del impacto y el ascenso de partículas hacia la atmósfera.

A pesar de la distancia que nos separa de Júpiter, es llamativo que la NASA no hubiese detectado un cometa con el tamaño suficiente para hacer ese cráter. Si un objeto como ese se dirigiese a la Tierra desde las cercanías de Júpiter, solo tendríamos semanas o meses para prepararnos para el impacto. En realidad, “prepararnos” es un eufemismo para decir “despedirnos de nuestros seres queridos”, porque ninguno de los gobiernos del planeta tiene previsto ningún sistema de defensa capaz de destruir o desviar un cuerpo semejante, al menos en el plazo mencionado. Quizás este castañazo cósmico sirva para ponerse a trabajar en serio en un proyecto que pueda evitar nuestra extinción en manos de un trozo de roca voladora.



Que grueso!!! me lo enviaron hoy por una revista electronica!